El sistema de frenos está compuesto principalmente por una pieza grande que comúnmente se le conoce como cáliper o mordaza de frenos.

Este se encarga de oprimir las balatas hacia los discos de frenos, esto gracias a la fuerza hidráulica del líquido de frenos, esta empuja un pistón que a su vez empuja la balata que tiene junto y así el proceso de frenado se lleva a cabo. Cuando hablamos de fluidos, siempre debe haber un elemento de sellado y esta sección de carro no es la excepción.

El pistón debe estar perfectamente sellado para que el líquido de frenos no se escape y son estas ligas y empaques las refacciones que se encargan de ello. Lo recomendable es hacer el cambio al menos cada dos reemplazos de balatas para evitar cualquier problema, de lo contrario estas se cuartearan y empezaran las fugas de líquido, lo que se traduce en un frenado más lento y con menos fuerza.


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